LOS ANGELES, California
La inmovilización parcial de funciones del gobierno federal a fines del 2013 retrasó más de 370,00 audiencias de inmigración en término de meses o incluso a años para inmigrantes que ya han tenido que esperar muchísimo tiempo el asilo o residencia en Estados Unidos.
A pesar de que los tribunales de inmigración trabajan de manera habitual, los inmigrantes que esperaban tener sus casos resueltos en octubre para poder realizar viajes al extranjero van a tener que esperar aún más.
Muchos ya han esperado años para una audiencia en los tribunales, las cuales determinan qué inmigrantes deben ser deportados o autorizados a permanecer en el país. Algunas audiencias han sido reprogramadas a otras fechas de este año 2014 y miles más hasta 2015 o más adelante, según correos electrónicos obtenidos por The Associated Press.
“Esta es una tarea muy grande, que no se puede realizar rápidamente, especialmente debido a la actual escasez de personal”, explicó el juez principal de inmigración Brian O’Leary en un correo electrónico a jueces de inmigración y administradores judiciales, obtenido por medio de la Ley de Libertad de Información.
Un día antes, O’Leary había informado que las audiencias retrasadas superaban las 37,000 y que muchos inmigrantes posiblemente no podrían ver sus casos hasta por lo menos 2015.
Los retrasos provocados por la paralización parcial del gobierno han agobiado un sistema inmigratorio que ya tenía casos atrasados, demoras de años y escasez de jueces. El impacto sobre los inmigrantes ha sido diferente. Los que tienen justificación para obtener la residencia han visto prolongar su espera en el limbo, mientras los que enfrentan una probable deportación han ganado más tiempo.
Un 70% del total de las audiencias judiciales de inmigración ha quedado en suspenso, todas ellas referidas a inmigrantes no detenidos en centros de detención. El resto -inmigrantes en detención- siguió adelante tal como estaba previsto. Aproximadamente la mitad de los inmigrantes en detención tienen antecedentes delictivos.
La situación es difícil para los buscadores de asilo que podrían haber dejado a familiares en condiciones peligrosas. Para otros, la demora aumenta la incertidumbre. A modo de ejemplo: Gladys Hirayda Shahian dijo que ha tratado de obtener su tarjeta verde (de residencia) por medio de su esposo estadounidense durante más de una década. Viajó a su Guatemala natal en la década de 1990 y cuando regresó a Estados Unidos no la dejaron entrar. Shahian dijo que cruzó la frontera ilegalmente para reunirse con su marido y solicitar su residencia.
Desde entonces, la mujer de 42 años de Encino, California, no ha podido llevar a sus hijos nacidos en Estados Unidos a visitar a su familia en Guatemala ni aceptar un trabajo fuera de su hogar. Después de esperar casi dos años para conseguir una fecha de audiencia en Los Ángeles en octubre pasado, ahora tiene que esperar hasta agosto debido al cierre.