Muchas de las personas arrestadas en un centro de detención de inmigración del estado de Washington, Estados Unidos, han empezado a rechazar las comidas, reanudando de esta forma la huelga de hambre que se inició por los presos a inicios del mes. Estos manifestantes reclaman mejores condiciones para los 1.300 internos que se encuentran en el Centro de Detención del Noroeste de Tacoma, condado de Pierce, Washington. También piden el fin de las deportaciones americanas de los inmigrantes que han ingresado ilegalmente en el país.
La abogada de inmigración y maestra de Derecho de la Universidad de Washington, Angelica Chazaro, quien representa a muchos de los detenidos, señala que son casi 70 personas las que empezaron a negarse a comer de nuevo luego de que los gerentes no mejoraran las condiciones, tal y como habían prometido.
Un portavoz de la sede de Seattle de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Andrew Muñoz, explicó que no sabía de la renovación de las huelgas de hambre en el interior del centro de detención y que sólo uno de los detenidos por la protesta anterior estaba aún bajo observación médica, de acuerdo con la política de ICE que demanda tal tratamiento a los reclusos que se niegan a comer durante 72 horas.
La abogada ha identificado al detenido como Jesús Gaspar Navarro, uno de los líderes de la huelga de hambre que estuvo ayunando desde el 6 de marzo, cuando comenzó la primera protesta.
Durante la primera ronda de huelgas de hambres, las autoridades indicaron que podrían recurrir a la alimentación forzada de los participantes si sus vidas corrían peligro. Muñoz ha subrayado que el ICE no ha realizado ninguna alimentación involuntaria dentro de la instalación Tacoma, lo que requeriría una orden judicial.
Una activista de la campaña ‘Ni una deportación más’, Jessica Ramírez, ha señalado que los defensores se habían reunido hace poco con funcionarios del ICE para reivindicar una mejora de las condiciones de trabajo y un aumento de sueldo para los puestos de trabajo dentro de la instalación.